Las puertas de correderas permiten ganar todo el espacio del recorrido de una puerta abatible,centímetros nada despreciables que nos permiten circular con fluidez dentro del lugar donde se instalen.

Las puertas correderas se deslizan mediante unas guías que se anclan en la parte superior del hueco de la puerta, si no quiere que estas guías se vean o el diseño no encaja con su decoración se pueden ocultar tras una galería.

Una puerta corredera vistosa puede separar ambientes dentro de un mismo espacio y añadir un toque dinámico a la creación del mismo.

Hay dos maneras diferentes de instalar una puerta corredera: una es la que la puerta se desliza paralela a la pared. El único inconveniente que tiene este sistema es que el tabique por el que pasa la corredera no se puede aprovechar para colocar muebles o cuadros, pero se puede evitar con el otro sistema que consiste en hacer un doble muro de obra o con una estructura metálica llamada casoneto que hace las veces de doble muro.